domingo, 15 de febrero de 2009

Dora Hoffmann

x

camino por una ciudad desconocida
quien soy

sino la desconocida que camina por la ciudad
aqui
bajo este cielo que sostengo a fuerza de mirar
ni un solo pensamiento me cerca
ni una sola voz me empuja
rodeándome

Ahora, nadie piensa en mi
suavemente
inclinándose bajo una lámpara
nadie me clava a la tierra
con la obstinación de su recuerdo
ni construye una casa para mi nombre
ni me lleva, minúscula, sentada en su memoria
ni me calienta al sol de su sangre
ni borronea mi jirón de sombra
mi rostro no cae por el silencio de nadie
todos pasan henchidos de ignorancia de mi
todos me disuelven minuciosamente
pero aún

soy un terco ejército de huesos
una arena ordenada
un hambre circular
Aún me alimento bajo mis párpados
y llevo a cuestas mi pedazo de existencia,
mi pan raído.

Dora Hoffman

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué buena elección,María Rosa!
Me encantó este poema. Gracias, sigo mirando...