domingo, 1 de febrero de 2009

Testamento ológrafo

Mi legado

Inicio el viaje.
Desposeída ya de palabras y de sueños,
dejo mis huellas…
Algunas,
tumultuosas e inconscientes.
Muchas,
despeñadas, húmedas…
Y unas pocas,
luminosas y fecundas.

Dejo mis huellas…
Una paciente biblioteca, erguida y silenciosa;
un ropaje de flores peregrinas;
Un secreto álbum fotográfico
-que ya no lo será tanto-
Unas escasas monedas, atesoradas
entre crepúsculos inciertos;
Un rosario de cuentas redentoras…

Dejo mis huellas…
Sólo me aferro a una de ellas.
Y es a mis versos garabateados
en noches desveladas:
“…un retazo de verde,
de todos los matices…
yo quisiera…
un rumor de olas en la tarde.
Un cielo azul,
salpicado de plata…
Racimos maduros que pendan de mi pelo…
yo quisiera…”

Dejo mis huellas, hijos míos.
Ese es mi legado.
Sólo unas pocas líneas inconclusas,
serán el equipaje de mi viaje.

María Rosa-noviembre de 2008-

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